Puerto Plata.- Este lunes 5 de enero, se cumplieron 69 años
de la muerte de un gran Puertoplateño como fue el barítono Eduardo (Eleuterio)
Brito, quien expiró en 1946 cuando se encontraba recluido en el manicomio de
Nigua, San Cristóbal.
Brito quien hasta la hora de su fallecimiento había sido el
artista criollo que puso más en alto el nombre de la República Dominicana
en el exterior, nació en Navas, Blanco (Luperón) el 21 de febrero año 1905,
siendo declarado con el nombre de Eleuterio Aragonés, hijo natural de Liboria
Aragonés, quien lo procreó con el agricultor Julián Álvarez, según se precisa
en su certificado de bautizo.
El barítono Eduardo Brito, murió solo y olvidado en una
celda del manicomio de Nigua, luego de quedar enfermó de la mente a
consecuencia de sufrir de una sífilis que arruinó su vida y con frecuencia
hacía crisis en el manicomio ya que en 1946, en la República Dominicana
no había capacidad médica para enfrentar una enfermedad como la que sufría el
inolvidable artista.
Qué pena, que el más grande barítono dominicano de todos los
tiempos, en la década de los años 30, se presentó en todos los países del Gran
Caribe Hispano y realizó en Nueva York históricas grabaciones como "La Mulatona " y
"Lucía", esta última con letra de Joaquín Balaguer.
Por esos años, el compositor cubano Eliseo Grenet, director
de una compañía de zarzuelas quedó impresionado por el joven cantante y le
contrató para que integrara parte del elenco durante una gira por Europa,
también registró con su voz en el acetato la zarzuela "Los Gavilanes"
compuesta por Jacinto Guerrero.
En 1944, estando en Nueva York, Eduardo Brito comenzó a
perder facultades vocales y al encontrarse en una mala situación económica, su
hermana gestionó su regreso a República Dominicana en el mes de mayo de 1944,
siendo recluido en el manicomio de Nigua donde muere en 1946.
Brito dejó un amplio legado de canciones que hoy en día son
muy recordadas como es el caso de: “Lamento Esclavo”, “Siboney”, “Capullito de
Alelí” y muchas más, mientras que como tributo póstumo a su carrera, en un
primer momento, la sala principal del Teatro Nacional de Santo Domingo llevó su
nombre, pasando después a llamarse Teatro Nacional Eduardo Brito, además en el
2012, se le coloca su nombre a una estación de la Línea 2 del Metro de Santo
Domingo.
Lamentablemente, las autoridades municipales, legislativas
ni gubernamentales de Puerto Plata no han tenido la gentileza de honrar a este
ilustre Puertoplateño, cuyo sepulcro luce abandonado y hasta fue profanado por
delincuentes en el viejo cementerio ubicado entre las calles El Morro y Padre
Castellanos de esta ciudad.