Vakeró fue el más intenso de todos los que pasaron por la alfombra de El Soberano. Cuando llegó con su novia le agarró los glúteos sin inhibirse y ella parece que disfrutaba esta acción un tanto sexual, se besaron intercambiando lenguas que resultó para muchos muy desagradable.
Un comportamiento a decir de la mayoría que fue muy exhibicionista por parte del cantante urbano y su pareja.
De repente nos preguntamos dónde estaba su manager que muy bien pudo orientar a Vakeró sobre este comportamiento, luego recordamos que dejó el artista solo, a su suerte, para irse a vacacionar en un crucero.
Es imposible mantener a flote a un exponente urbano como Vakeró cuando su representante también se cree “artista” y prefiere irse a recorrer las islas del Caribe sin importarle que suceda con su representado.